Misión y visión
El Jardín Botánico de Vallarta es una organización sin ánimo de lucro dedicada a la misión de conservar y celebrar la biodiversidad vegetal única del oeste de México.
Quiénes somos
Somos un museo vivo, un pilar de la región, una fuerza de conservación, una experiencia inolvidable.
El Jardín Botánico de Vallarta (VBG), fundado en 2004 y abierto al público en 2005, es uno de los principales promotores de la conservación de la biodiversidad en México. Fundado por Bob Price, junto con su madre Betty Price y el cofundador local Jesús Reyes, en lo que entonces eran pastos ganaderos degradados, los Jardines son hoy un santuario para miles de especies de plantas, aves y polinizadores.
En nuestras dos décadas de funcionamiento, hemos conectado a cientos de miles de visitantes con la maravilla y la importancia de la naturaleza. Además de 8 hectáreas de jardines públicos y rutas de senderismo, VBG gestiona más de 120 hectáreas de zonas forestales no urbanizadas en el estado de Jalisco y ha obtenido la certificación de protección para 32 de ellas.
Qué hacemos
El Jardín Botánico de Vallarta es más que un lugar espectacular para pasar un día en la naturaleza. Somos una organización de impacto dedicada a preservar el patrimonio natural y la rica biodiversidad de nuestra región. Ante todo, ofrecemos experiencias al aire libre en nuestros jardines públicos, desde visitas guiadas para huéspedes sobre plantas y observación de aves, hasta visitas gratuitas a la naturaleza para escolares mexicanos, pasando por prácticas para estudiantes universitarios de botánica, biología y ciencias ambientales.
También nos dedicamos a la propagación, conservación e investigación de las plantas de nuestras colecciones. Sin embargo, como única organización sin ánimo de lucro dedicada al medio ambiente en la zona, que es en sí misma un foco de biodiversidad, tenemos la responsabilidad de mirar más allá de nuestra puerta principal. Por ello, gran parte de nuestro trabajo se dirige a proteger los ecosistemas de nuestra región, salvaguardar los hábitats, facilitar la investigación y el descubrimiento de especies endémicas y promover el desarrollo socioeconómico sostenible de las comunidades locales circundantes, lo que a su vez favorece la conservación del medio ambiente.
Algunas de nuestras repercusiones hasta la fecha
Conservamos y exponemos colecciones de plantas, inspiramos y educamos a los visitantes, conservamos y protegemos los hábitats y ecosistemas locales e impulsamos el desarrollo socioeconómico sostenible.
Más información sobre nuestros cuatro programas de impacto:
Conservamos y exponemos colecciones de plantas, inspiramos y educamos a los visitantes, conservamos y protegemos los hábitats y ecosistemas locales e impulsamos el desarrollo socioeconómico sostenible.
Colecciones de plantas vivas
Somos un museo vivo que exhibe, propaga e investiga diversas especies endémicas y exóticas, incluidas plantas raras y amenazadas.
Educación e inspiración para los visitantes
Somos una experiencia inolvidable, que atrae a los visitantes en torno a las maravillas de las plantas y la importancia de proteger la naturaleza.
Conservación de hábitats y ecosistemas
Somos una fuerza para la conservación, aseguramos tierras protegidas, abogamos por una política medioambiental más sólida y contribuimos a la ciencia botánica mundial.
Desarrollo local sostenible
Somos un pilar de la región, garantizamos un crecimiento económico respetuoso con el medio ambiente y educamos a las generaciones futuras para que sean guardianes de su patrimonio natural.
Compromiso con nuestra región
Situado justo al sur de la ciudad de Puerto Vallarta, en Cabo Corrientes, se encuentra un2 península montañosa que se adentra en el océano Pacífico. Con sólo unos 11.000 habitantes repartidos en pequeñas ciudades y pueblos, gran parte del territorio está hoy sin desarrollar e incluso inexplorado por la ciencia occidental. Aquí, las especies endémicas siguen floreciendo en sus hábitats naturales, desde los ocelotes (Leopardus pardalis) y los jaguares (Panthera onca), aves, insectos y miles de especies vegetales.
Sin embargo, la explosión del turismo en la región, el cambio climático y las presiones económicas generales en la zona de bajos ingresos se están uniendo para poner en peligro esos hábitats. Los incendios forestales, la deforestación incontrolada y la construcción, así como la extracción ilegal y la caza furtiva de flora y fauna amenazadas, especialmente orquídeas y loros, han aumentado en los últimos años, y ahora es el momento de actuar.